El 30 de julio de 1975 es un día que marca la historia política de
El Salvador, la historia se lee antes y
después de esta fecha, haciendo un “Punto de quiebre” en la profundización y
radicalización de la lucha popular que se llevaba en esos momentos. El gobierno
de turno (Arturo Armando Molina), utilizó la represión militar convirtiendo esa
manifestación en una histórica masacre. Su mensaje fue claro: “Eso le pasaría a todo
aquel que se opusiera a su gobierno”.
La lección fue aprendida, las
y los universitarios de ese tiempo fortalecieron la organización estudiantil
revolucionaria, la lucha pasó a otro nivel, la violencia militar generó
violencia popular, se entendió que al régimen solo se podía enfrentar con lucha
organizada revolucionaria.
Ya el 19 de julio de 1972 “se
había tomado militarmente la Universidad de El Salvador (UES), marcando el inicio de las
violaciones a la autonomía universitaria, haciendo uso y abuso de la fuerza; la
lucha del pueblo los había obligado a devolverla.
El 30 de julio de 1975, La
marcha de estudiantes universitarios había sido organizada por la Asociación
General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS) que representaba a las demás
organizaciones estudiantiles; fue reprimida sobre el paso a desnivel frente al
Hospital Rosales. Los estudiantes protestaban por la intervención militar del
Centro Universitario de Occidente, ocurrido el 27 de julio de ese
año, en que las fuerzas militares impidieron la realización de un desfile
bufo.
El paisaje de ese día era de
zapatos tirados, charcos de sangre, eran los mudos testigos del dolor y del
terror, de la muerte…de la pureza en los ideales, en la entrega social, del
coraje y de la determinación de un movimiento estudiantil, dispuesto a dar la
lucha por la transformación social, política y económica del país.
Los muertos superaron los
cien; hasta la fecha no se conoce el dato exacto de los desaparecidos; 23
manifestantes heridos; dos heridos de los alrededores (no participaban en la
manifestación estudiantil); 10 capturados; este fue el reporte oficial de esa
masacre. Los cuerpos de seguridad no permitieron que los periodistas informaran
sobre lo sucedido.
La lista oficial de los
muertos a continuación: Carlos Fonseca, Balmore Cortés Vásquez, Reynaldo
Hasbún, Ever Gómez Mendoza, Roberto Antonio Miranda Roberto Antonio Miranda,
Napoleón Orlando Calderón Grande, Sergio Antonio Cabrera, Carlos Humberto
Hernández, María Miranda, José Domingo Aldana.
Posteriormente, otro reclamante informó a la CIDH que como resultado de
estos hechos, las siguientes personas habían muerto: Guillermo Aparicio,
Roberto A. Miranda; y que habían desaparecido y se presumían muertas las
siguientes: Gilberto Ayala García, Ricardo Cantón García, Romeo Cuadra, Daniel
Gómez Mendoza, María J. López, Marlene López, Elizabeth Milla, Norma Nolasco,
Marta Pineda y Oscar Rodas Lazo. Asimismo, el reclamante agregó que 17 personas
conocidas habían resultado heridas.
Han pasado cuarenta y tres
años, hay dolores y esperanzas eternas para recordar esta deuda con quienes nos
permiten seguir soñando en un futuro mejor.
La 25 Avenida Norte, ahora se
llama "Mártires
del 30 de Julio", para decirle a las generaciones actuales y
venideras, que la Paz en este país
cuesta sangre de sus mejores hijos e hijas.
Por nuestros
muertos…. Prohibido Olvidar!!
Por la sangre
derramada…Venceremos!!!
Comentarios
Publicar un comentario