¿Qué es el trabajo de base?
El
trabajo de base es un conglomerado de prácticas que promovemos a través de la
acción misma en los espacios cotidianos donde residimos, estudiamos, trabajamos
o nos movilizamos; al igual que en sus procesos organizativos (asambleas,
coordinadoras, sindicatos, Comité de Base, etc.).
Esta
acción política diaria pretende contagiar las prácticas libertarias en el
entorno donde desarrollamos nuestra militancia, buscando avanzar hacia la
construcción de sujetos activos de intención revolucionaria.
La
organización popular, como herramienta que canaliza las propuestas, criticas,
reacciones, inconformidades, inquietudes e indignación de la gente, es
considerada como parte fundamental para la transformación de la realidad que
permita una vida más equitativa, con cada vez menos explotación y opresión.
Los
procesos de organización surgen en el contacto cara a cara, casa por casa,
desarrollando trabajo de base con las personas que están dispuestas a apostarle
a los cambios profundos a favor de las clases dominadas.
Creemos
que el trabajo de base es reconocerse a sí mismo como un sujeto revolucionario.
Para
el trabajo de base no existen recetarios universales, ni mucho menos un “ABC”.
Es importante la politización y la cualificación de la base militante, tanto de
quienes hacen parte de los procesos organizativos como de quienes son
indiferentes a los mismos: la formación militante y el estudio constante,
promovidos de manera creativa, didáctica, crean las condiciones para que un
espacio pueda encarar coyunturas y dificultades que se le presenten,
permitiéndonos que los espacios de trabajo de base nos acerquen a la
solidaridad, al apoyo mutuo y la acción colectiva como mecanismo de cohesión y
construcción de unidad.
No es la unidad por la unidad, es la unidad en el trabajo, basada en
consensos políticos y tácticos, reconociendo la diversidad como factor positivo
cuando creemos en la acción y responsabilidad colectiva como ejes transversales
para la organización.
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