“La estimulación es la
búsqueda de superación de las metas establecidas a través del esfuerzo
consciente para beneficiar al colectivo”.
Para realizar cualquier actividad práctica
es necesario hacer una planificación. Pero esto no es todo. Si nos falta la disposición o el gusto de hacer, ésta definitivamente no se realizará. A esta cuestión de la disposición o
del gusto de hacer, la llamamos estimulación.
En el capitalismo, este esfuerzo mayor
que cada quien despliega para superar las metas, es llamado “competencia”. Como recompensa
por haberse esforzado en producir más, buscando una recompensa individual,
algunos trabajadores reciben el título de “obrero modelo”, “ejemplar”.
En el socialismo este esfuerzo mayor
que cada quien desarrolla para superar las metas, es llamado “estimulación”,
y es realizado en forma libre y consciente.
Este esfuerzo mayor, en el socialismo
tiene como propósito superar metas para mejorar la vida de todo el pueblo. Lo
que hay en común entre las dos situaciones, es que ambas se realizan individualmente,
y reciben recompensas por el mayor esfuerzo realizado.
1.- Objetivos de la Estimulación:
La estimulación puede apuntar a varios
objetivos diferentes.
1.1.- Objetivos
económicos
a.- Superar metas establecidas en la planificación
de la producción anual.
b.- Aplicar correctamente los recursos
financieros, sin desperdiciarlos.
c.- Mejorar la calidad de los
productos elaborados en la agricultura.
1.2.- Objetivos
educativos
a.- Mejorar la participación e
integración de los individuos al grupo y a la organización.
b.- Desarrollar formas colectivas de
valoración de las cualidades individuales.
c.- Renovar el compromiso de cada
individuo con el colectivo, etc.
1.3.- Objetivos organizativos
a.- Estimular la creatividad e
iniciativa de cada uno en la búsqueda de nuevas formas de participación.
b.- Desarrollar la capacidad
administrativa en la distribución de la mano de obra y de los medios de
producción.
c.- Buscar la superación de los vicios
artesanales corrigiendo errores, desviaciones, etc.
Los objetivos deben ser definidos de
acuerdo con las necesidades concretas y en torno de ellos desarrollar toda la
estimulación, ya sea a través de campañas o destacando espontáneamente a los/as
compañeros/as que demuestran interés y
dedicación en la superación de las metas. Estos/as compañeros/as deben ser proyectados/as como ejemplos positivos que pueden seguir los/as
demás.
2.- Los diferentes estímulos
Todos quieren ver su esfuerzo, por
mínimo que sea, reconocido por el colectivo. Por eso, no basta sólo incentivar
a que todos busquen superar las metas establecidas. Es necesario también
encontrar formas y dedicar tiempo para reconocer y premiar a los que más se
destacan.
Podemos mencionar tres formas básicas
de estímulos que pueden utilizarse:
2.1.- Estímulos materiales
Los estímulos
materiales son aquellos que la organización entrega a la persona
como premio; por ejemplo, un símbolo de
la organización. Lo importante es que este reconocimiento sea materializado.
2.2.- Estímulo político
El estímulo
político está orientado a la promoción de la persona, que es
reconocida y destacada por su esfuerzo por lo cual recibe promoción de cargo o
pasa a una instancia superior dentro de la organización.
2.3.- Estímulos morales
Los estímulos
morales están más orientados a una forma de incentivo, de
valoración y de elogio que motive a los/as compañeros/as a realizar bien todas las cosas, en tanto se contribuye al
crecimiento del colectivo. Esto puede ser hecho de forma individual con cada
uno, o en momentos específicos con mucha gente.
Es importante que sean aprovechados
todos los momentos para desarrollar la cuestión de la estimulación, aunque no
haya un programa previsto.
“Los estímulos deben ser aplicados de acuerdo al esfuerzo y dedicación
de cada militante.”
Es debido a la falta de reconocimiento
de estímulos por parte de la dirigencia en todos los niveles de la organización política, es que se vive la
situación actual desde las bases, dígase militante, simpatizante, amigo, amiga.
Al asumir el cargo en cualquier nivel,
se les olvida este derecho a reconocimientos a aquellos y aquellas que han
venido “sudando
la camiseta”, esforzándose a cada momento por desarrollar las tareas
planteadas, con disposición y hacerlo bien. Y lo que hacen es que el
reconocimiento es para sus allegados o allegadas, y lo peor, personas recién llegadas a la organización; creando descontento y faltando
así al fortalecimiento de la organización.
La Unidad se
construye por reconocer la dedicación y entrega al trabajo de las bases, sin
ellos y ellas “No existe” la organización.
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