Mis
venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida.
Roque Dalton
Comienza a surtir efecto la
ventaja electoral que tuvieron los partidos de derecha (ARENA, GANA, PCN, PDC)
en las pasadas elecciones del 4 de marzo del 2018, pero para castigar al pueblo, no para beneficiarlo. Los partidos de
derecha que en la campaña electoral ofrecieron “cosas bonitas” a la población, hoy se están convirtiendo en los verdugos de la gente. Como son mayoría
y el FMLN solamente logró ganar 23 diputados/as, están aprovechando su
correlación política – que es de 59 diputados/as; tienen mayoría calificada y
el Presidente estaría imposibilitado para vetar leyes – para promover y aprobar
dos temas en la Asamblea Legislativa.
1.-
Reformar leyes para que los ricos
de este país puedan tener más de 245 hectáreas (que es el límite
que establece el artículo 105, inciso segundo de la Constitución) y
desfavorecer con ello al campesinado, al pequeño productor, las cooperativas
agropecuarias o asociaciones comunales
campesinas.
2.-
La privatización del agua: Quieren
tomarse por asalto “legal” la
distribución del agua en el país; por eso no han querido reconocer ese preciado
líquido natural como un derecho humano, porque en verdad lo están viendo hace
un buen tiempo como una mercancía de la cual pueden sacar muchas ganancias. Por
esto no aprobaron la propuesta presentada por el Foro del Agua, que agrupa a
muchas organizaciones populares defensoras del recurso hídrico.
El capitalismo neoliberal se
fundamenta precisamente en eso… en la acumulación de riquezas, convirtiendo todo lo que pueda
ser convertido en mercancía y, por
supuesto en ganancia. Pero en esa
lógica, los únicos
que sacarán grandes beneficios económicos son los grandes empresarios, los
burgueses de este país que no pasan de ser unos 6 mil (0.04% de la población
total de El Salvador, que según el censo es de 6.5 millones). Esos empresarios
burgueses tendrían el control de los recursos hídricos en el país, esto
significa que los ríos, lagos, lagunas y todas las fuentes proveedoras de agua,
van a estar controlados por ellos. Las empresas transnacionales como la Coca Cola
serán unas de las tantas beneficiadas, que desde hace mucho tiempo están
extrayendo el agua para preparar sus bebidas gaseosas sin pagar impuestos a hacienda
pública.
Las juntas de Agua, organizadas en las comunidades ya no podrán tener control de ese líquido. El único dueño será el empresario burgués, el que tiene la plata en el bolsillo a costa de explotar a los trabajadores en las otras empresas que tiene. ¿Y quienes pagaran los platos rotos de esa decisión que pueden tomar los partidos de derecha en la Asamblea Legislativa? Sin duda alguna, el pueblo será el socorrido, el que tendrá que pagar las consecuencias cubriendo los costos de la elevada tarifa que vendrá reflejada en las facturas, así como ha sucedido con la tarifa de luz eléctrica, telefonía, entre otros.
¿Qué
le queda al pueblo por hacer en esta etapa histórica salvadoreña? Son dos cosas que se deben
hacer: una de forma inmediata y la otra para el 3 de febrero del 2019.
1.- La
inmediata consiste en la movilización del pueblo. Pueblo que no lucha, pierde sus derechos. Pero este pueblo salvadoreño
ha demostrado en los peores momentos de su historia que ha estado dispuesto a luchar
por sus derechos; en ese sentido, hay que marchar y luchar contra los que
quieren apoderarse del agua para sacar ganancias y hacerle los mandados a la
ANEP, en perjuicio de la gente pobre.
2.- La otra
acción que el pueblo debe realizar, es castigar
con su voto a los partidos de derecha, en las elecciones presidenciales a
celebrarse el 3 de febrero del 2019, por sus campañas electorales mediáticas,
mentirosas y calumniosas, para manipular el pensamiento de la población que
engañadamente les da sus votos.
El
pueblo salvadoreño ya no debe seguir consintiendo a sus mismos verdugos
(burgueses) y a los partidos políticos de derecha que los representan: ARENA, GANA, PDC y PCN.
Fredi Quintanilla
San Miguel, 11 de junio
de 2018
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