“El
movimiento social está obligado a recrearse de acuerdo a la realidad presente”.
Ranulfo peloso da Silva
El movimiento social es aquella
parte de la masa que una vez organizada, responde a la satisfacción de sus necesidades,
ya sean: salariales, reivindicaciones laborales y sociales, entre otros.
De todos aquellos que están aglutinados en un sector determinado. Por ejemplo:
los sindicatos de la salud, educación, órgano judicial, etc., son muestra
viviente de los movimientos sociales que existen en el país, y en los últimos
tiempos sus pretensiones más relevantes han estado encaminadas a mejorar
únicamente sus condiciones de vida económico-material de manera
individualizada, negando con ello la lucha por el bienestar de la colectividad.
Los movimientos sociales han tenido
la tendencia en estos últimos años a desarrollar luchas más de carácter
economicista que clasistas (luchar por las grandes mayorías), y por eso mismo
no luchan por reclamar por la condición de clase existente aún en la sociedad,
ni a luchar contra quien verdaderamente explota y le oprime.
En esta lógica, el movimiento social
actual ve al patrono (Gobierno-Estado), como su principal y fundamental enemigo
y por eso lo presiona para que acepte sus plataformas reivindicativas.
El movimiento social ha olvidado y
dejado de leer correcta y dialécticamente el contexto político, económico y
social actual; probablemente por esa misma razón ha dejado de tener claridad
contra quienes debe continuar su lucha.
En tiempos de la guerra popular
revolucionaria, el movimiento social desempeño una labor muy importante para la
gestión de los cambios que la misma guerra provocó y de los cuales se puede dar
fe hoy en día. Durante esa época (décadas 70,80, 90 hasta 2009) estaba claro
que quien administraba el gobierno (el Estado) era la misma clase burguesa y
oligarca que ha sido la responsable de la profundización de la pobreza en El
Salvador, con la puesta en marcha de las políticas económicas neoliberales, que
era válido atacarlos en las distintas madrigueras donde estaban atrincherados,
satisfaciendo sus intereses de acumulación de riquezas.
Esa realidad hoy a cambiado y el
movimiento social está en la obligación histórica de cambiar el cd… o al menos
la cinta magnética donde está grabada la información. La lucha de hoy es de
nuevo tipo. Los escenarios de lucha son diferentes, por consiguiente, deben
serlo también los actores y las actrices en este nuevo contexto.
Hoy el movimiento social debe estar
en función de defender los “Programas Insignias” que
está impulsando el gobierno, desde la administración de Mauricio Funes y
Salvador Sánchez Cerén a la cabeza, porque a través de ellos se está
beneficiando a la gran mayoría de la población, que por largos años de historia
de la derecha había tenido marginada y olvidada.
Debemos razonar que algunos
movimientos sociales como sindicatos, gremios, asociaciones, ONG’s, son
conducidos por personas con pensamiento de derecha y su afán será la
desestabilización del gobierno del FMLN.
Ante esta situación planteada cabe
preguntarse ¿Qué
hacer?
Las
marchas por la no privatización del agua, están señalando el camino de nuevo a
seguir. Las calles son del pueblo y derecho que no se defiende, derecho que se
pierde.
El FMLN debe considerar la autonomía de los movimientos sociales
en materia administrativa, más no en el
ámbito político. Igual debe ocurrir en lo que a independencia respecta por
cuanto a cada organización, llámese: sindicato,
federación, gremio, asociación, etc.; poseen necesidades, demandas y
plataformas reivindicativas diferentes, aunque algunas con cierto nivel de
similitud, pero en suma y esencia, diferentes. Esos elementos son los que deben
marcar la independencia en materia de
demandas legítimas, más no en lo político.
¡A marchar por la Defensa de lo ganado, lo obtenido bajo el
fragor de la lucha organizada!
¡A obtener nuevas Victorias!!!
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