Lucha contra la integración Latinoamericana.
Las relaciones entre Estados
Unidos y América Latina han sido siempre de injerencias, apoyándose en la «voluntad y práctica imperialista»
estadounidense; comenzando por el llamado Destino
Manifiesto el cual reza que “Estados
Unidos es la nación elegida por Dios para proteger al mundo”. La política de EE.UU. hacia Latinoamérica se
basó en la famosa Doctrina Monroe de 1823 que declaraba que América Latina se
considera "esfera de
influencia" para Estados Unidos.
El grado de influencia de
Estados Unidos en Latinoamérica varía de una región a otra, y se establecen
relaciones de menor dependencia que en el pasado, a pesar de las asimetrías de
poder entre la superpotencia y los países latinoamericanos. El llamado “patio trasero” presenta cada vez más
autonomía en un mundo con mayores potencias regionales. Esto se evidencia en la
búsqueda de alianzas e intercambios comerciales con otros centros de poder
extracontinentales como China, Rusia e Irán, y en la proliferación de bloques
de integración.
Para consolidar su agenda e
influir en las relaciones con Latinoamérica, Washington se ha valido de los
acuerdos comerciales, sus embajadas, la presencia militar y el robo de
territorio.
Desde la década de 1990
América latina comenzó a cuestionar las relaciones y la hegemonía
de EE.UU. A partir de la Revolución bolivariana de Venezuela, la revolución
ciudadana en Ecuador, el Estado multicultural de Bolivia se han unido a Cuba
para formar una sólida Alianza que pueda enfrentar a Washington: el ALBA.
Este núcleo de países han encontrado gobiernos amigos en Nicaragua,
Argentina, Uruguay y Brasil que han constituido un bloque histórico que logra
frenar las ambiciones desmedidas de despojo económico de EE.UU. en la región.
Hugo
Chávez ganó
las elecciones presidenciales en Venezuela, el 6 de diciembre de 1998, obteniendo el 56% de los votos válidos,
que representaban el 33% de la población electoral (más de once millones
de personas para ese año). El acto de
investidura de la presidencia fue el 2 de febrero de 1999. El 30 de julio de 2000, Hugo
Chávez es ratificado en el gobierno con casi 60% de los votos.
Al mismo tiempo las elecciones parlamentarias dieron mayoría absoluta al partido
de Chávez con 99 de 165 escaños, lo que le dio poder para gobernar por
decretos, lo cual incremento las críticas dentro y fuera del país, sobre todo
del gobierno de EE.UU. El gobierno
venezolano alega que Estados Unidos participó y alentó el golpe de abril
de 2002. El gobierno de Chávez y la gran mayoría de las fuentes de
referencia y de información fuera de Venezuela (Britannica, Larousse, BBC, CNN)
consideran al derrocamiento temporal de Hugo Chávez como producto de un fallido golpe de Estado por
tratarse de un intento de remover mediante la fuerza a un presidente electo
democráticamente.
Venezuela llevan adelante un
proceso de transformación social en aras de construir un nuevo mundo capaz de
responder a las necesidades de las mayorías, muchas veces invisibilizadas por
los grandes monopolios económicos y comunicacionales.
En 2009,
realizaron el golpe de Estado “blando”
contra Manuel Zelaya presidente de
Honduras, fue arrestado y expulsado del país por fuerzas militares, quienes
seguían la orden pronunciada por los opositores que controlaban la Corte
Suprema. Desde la remoción inconstitucional de Zelaya de su
cargo, el pueblo de Honduras ha visto cómo se han incrementado los índices de
violencia, desigualdad social y corrupción, aspectos que no han podido evitar
los gobiernos posteriores, el crimen organizado y el narcotraficante han aumentado
lo que actualmente ha sumido al país en un deterioro político, económico y
social.
El 22 de junio de 2012 bajo los cargos de "mal desempeño en sus funciones"
y una masacre sobre sus hombres (Curuguaty), Fernando
Lugo, quien asumió la presidencia de Paraguay el 20 de abril de
2008, se vio obligado a dejar el cargo como mandatario de esa nación por un
juicio político calificado de exprés e impulsado por la oposición. "Hubo
un golpe de Estado parlamentario en el que los argumentos para un juicio
político no tienen ningún valor y fueron rebatidos ampliamente por los
defensores", denunció para el 2012 el Presidente Constitucional de
Paraguay, Fernando Lugo.
A pesar de los avances
logrados por las naciones latinoamericanas en cuanto a la integración regional,
Estados Unidos ha organizado planes para atentar contra la nueva realidad de la
región, tras la victoria de Mauricio Macri en Argentina (2015) y el golpe parlamentario contra la
presidenta Dilma Rousseff en Brasil, El
proceso fue abierto en diciembre de 2015 y finalizado el 31 de agosto de 2016. EE.UU.
ha reimpulsado su política injerencista y su agenda contra los gobiernos
socialistas y progresistas en la región para instaurar gobiernos de
derecha y de corte neoliberal en América Latina.
La visita del presidente de
Estados Unidos a Argentina es una muestra del nuevo intento de Washington por
atentar contra la integración latinoamericana y los gobiernos progresistas (Venezuela,
Ecuador y Bolivia).
Estos gobiernos han
denunciado la intervención y la puesta en marcha de un nuevo Plan Cóndor con el
objetivo de imponer gobiernos de derecha y de corte neoliberal para destrozar
los logros sociales alcanzados en la región.
El 19 de abril del 2018 en
Nicaragua inician la mal llamada “sociedad
civil”, el partido MRS y un sector de la
empresa privada una serie de actividades violentas, crímenes a la
población civil, destrucción de edificios públicos, alcaldías sandinistas,
tranques en las principales carreteras del país, poniendo en práctica el
intento de “Golpe Blando” apoyado
por Estados Unidos, contra el Presidente constitucional Daniel
Ortega. Plan que lo han desarrollan en tres meses y no han
podido derrocarlo.
Como podemos ver la escalada
injerencista de los Estados Unidos ha venido aumentando, como la que tuvo en el
siglo XIX y XX, forma parte de la nueva estrategia impulsada por Estados Unidos
para el restablecimiento de la derecha neoliberal en la región apoyado por
la burguesía oligarca local.
Nosotros
y nosotras ya tuvimos el primer hecho político contra la democracia impulsada
por el FMLN, (el 4 de marzo), el “voto nulo” que a los únicos que favoreció fue
a ARENA y partidos pequeños de la derecha, dando los resultados que tenemos en
la Asamblea Legislativa.
¡¡¡Trabajaremos
y lucharemos por el triunfo presidencial en 2019.!!!
Vamos
por más Victorias en el 2019!!!
Por
un 3er Gobierno FMLN!!!
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