“Mientras no paremos el capitalismo y el neoliberalismo, no va
a parar la violencia porque van de la mano”.
Jules Falquet
Continuando con la VII edición de Diálogo culturales de invierno
2018, “2019: El
Salvador en la encrucijada”, realizado
por la Secretaría Nacional de Arte y Cultura del FMLN, el 18 de julio del año en curso, invitada la compañera Jules Falquet, feminista,
Dra en Sociología, investigadora docente
a tiempo completo y Directora de la especialidad en la Maestria “Género, cambio social y politico,
perspectivas transnacionales” en la universidad libre de París, escritora, francesa de nacimiento, vivió en
Chiapas, Mexico en 1990, donde realizó su trabajo de investigación para la Maestría
sobre “La escolarización
de las mujeres indigenas” y en 1992 - 1994 en El Salvador, escribió su tesis
doctoral sobre “La
participación de las mujeres al proyecto revolucionario en 1970 a 1994”;
con muchas investigaciones en el campo de la mujer, escritos en revistas, que
podriamos llevarnos unas cuantas horas hablar de cada una de sus
investigaciones y aportes. Una mujer joven que ha ido profundizando en el tema
de mujer y género en diferentes paises y sociedades, una tarde fresca para un
reencuentro hermoso, reflexivo, con mucho aprendizaje que tuvimos todas y todos
en el auditorium 4 de CCHH de la UES. El tiempo pasó como decimos volando, y es
que cuando las cosas que se hacen se disfrutan, no se siente el tiempo
transcurrido.
La
Dra. Jules Falquet inició hablando sobre
Las actuales paradojas del patriarcado: Parece ser que hemos
avanzado, mejorado, como mujeres y hombres, que estamos más cerca de la
igualdad entre hombres y mujeres, pero a la vez hay elementos que nos hacen ver
que no es cierto en realidad, como es el aumento de la pobreza y la
feminización de esa pobreza y el aumento y la transformación de la violencia en
contra de las mujeres.
El
término Patriarcado se ha debatido, criticado, viene de la palabra Patriarca (Hombre que por su
experiencia o sabiduría es respetado por un grupo familiar o una comunidad en
los cuales goza de autoridad.) es mejor decir el sistema patriarcal, porque
esto describe las relaciones sociales de poder entre hombres y mujeres,
articulándola con otras relaciones sociales de poder como son las de clase y
raza.
Ejemplo
de esto es Brasil, ilustra de una buena forma estas paradojas, por un lado ha
formulado una Ley internacional “Mariana Peña” en contra de la violencia de la
Mujer. Con una elección de una mujer exguerrillera, radical de izquierda como
Presidenta. Un país que en tiempos de Lula hizo muchas políticas a favor de las
mujeres, hizo muchos programas, como: “Bolsa
familia”, “Hambre cero”, una ley a favor de las mujeres domésticas para
respetar sus derechos, que son unas trece millones de mujeres trabajando en ese
campo, de las cuales muchas son afros-negras, eso parecería una mejoría
bastante importante. Si lo vemos por el lado académico Brasil es un país que
tiene el estudio más grande de género del continente, donde la última vez que
se reunieron hubo más de dos mil mujeres y hombres hablando sobre Género en la
academia. También acontece la mayor marcha del grupo orgullo LGBTIQ; todo esto
parecería que la situación de la mujer ha mejorado, a paso agigantados, pero
que pasó, le dieron el golpe técnico a Dilma, llegaron puros hombres y blancos de
nuevo al gobierno; esto demuestra como se va revirtiendo esos adelantos que se
habían obtenido. La casi destrucción de las leyes laborales. Han vuelto a usar
amenazas fuertes contra mujeres que están dirigiendo o haciendo algo sobre
género, a tal extremo que las amenazadas han tenido que abandonar Brasil. Esta paradoja la ilustra Brasil.
El
patriarcado neoliberal es
contradictorio, aunque nos quieran meter la idea que estamos mejor, como más
cerca de una igualdad, pero se ha endurecido las relaciones sociales de poder
entre hombres y mujeres, así como se han endurecido las relaciones de clases y
de razas. En un trabajo de Oxfam se demuestra que el 1% de la población mundial
es más rica que el 99% del resto, esto demuestra la agudización de todas las
desigualdades en el mundo. Se ha aumentado la violencia, y en ese aumento tanto
militar en diferentes formas de guerra, como contra las mujeres ejercida por
los hombres, es totalmente clave.
Y otra paradoja del patriarcado
neoliberal es la forma en que el sistema juega aparentemente a soltar algunas
cosas a favor de las mujeres y le quita a otros grupos, como que se van
oponiendo los intereses de las mujeres con los intereses de los grupos racializados,
ejemplo: mejoría para mujeres que va a agravando el racismo, o mejoría para los
migrantes que va agravando la situación de las mujeres, y así sucesivamente. Un ejemplo profundo por ejemplo para garantizar
que haya más mujeres en el mercado laboral, porque le interesa la mujer
cualificada, pero los hombres no participan mucho o del todo del trabajo doméstico,
entonces los gobiernos proceden a importar mano de obra racializada para
realizar el trabajo doméstico. Se gana en términos de mujeres, pero se pierde
en términos de pueblos del sur. Otro ejemplo es la media victoria sobre la
interrupción del embarazo, en medio que viene un paquetazo del FMI para
Argentina.
Hay
una crisis profunda de lo que entendíamos por Poder Político, tanto del Estado-Nación, como de los
partidos políticos y de los movimientos sociales; una crisis y transformación
de lo que es y lo que puede ser.
El
Estado-Nación ya no es la
sede principal o fuerte que era del poder político, por un lado asistimos a un
desmantelamiento de varios Estados nacionales como ejemplo: el Estado español,
la ex Yugoeslavia, Irak, Siria. Por otro lado hay una reagrupación a un nivel
supranacional, ejemplo el poder queda en la Unión Europea. Hay una migración
del poder hacia las ciudades globales, ya no es un Estado-nación, sino que son unas
capitales las que son los verdaderos lugares del poder político. El
Estado-Nación ya perdió en buena parte el monopolio de la violencia legítima,
como ejemplo el control de la narcopolítica le está restando mucho poder al
poder político tradicional.
Los
partidos políticos como los
habíamos conocidos están en crisis profunda; así como los había concebido Flora
Tristán y Gramsci, pues ese modelo casi no funciona, porque el partido como
representante de una clase social centrada en el modo de producción capitalista,
(el proletariado) se está difuminando, ya es muy difícil que esa clase tome
conciencia de sus intereses y se unifique a través de un partido de izquierda,
porque en muchos lugares estos partidos se han vuelto en puros aparatos
electorales o electoreros, que están compitiendo en un juego político, que ya
no es la lógica política que acostumbrábamos porque es un juego de la
democracia liberal, o hasta un juego de la narcopolítica, en el que la
competencia es ganar muchos curules, gastando mucho dinero en campañas que son
mediáticas más que políticas, ejemplo el caso francés que ganó un tipo que
salió de la nada y se creó un partido en caliente.
Los
movimientos sociales también han
atravesado una profunda transformación en la medida que se han ido convirtiendo
en ONG´s, ese proceso de la oenegización que les toca ser rentables y competir
para el financiamiento, en buena parte se desconectaron de los partidos
políticos, desbaratándose la conexión de lo social con lo político, o se
transformó, y ahora no sabemos muy bien como puede llegar las demandas que
tiene el movimiento social, a los niveles que tendría que llegar. Estamos
enfrente de una necesidad de repensar nuevas maneras de como hacer nuevas
políticas, nuevas prácticas, nuevos conceptos, nuevas herramientas y esto no es
tan fácil, hay mucho desconcierto.
Alguna
apertura viene del movimiento zapatista, nos trae una nueva forma diferente de
hacer política, de ser movimiento y de organizarse a nivel local e
internacional, hasta propusieron una nueva internacional de la Esperanza haya
por el 96, no llevaba la forma de las internacionales conocidas, empezaron a
sugerir el
uso de las redes, formación de redes, una lógica diferente. Una
cosa importante del movimiento zapatista es que sus integrantes son
mayoritariamente femenino, campesinos,personas de la parte sur e indígenas.
Las
propuestas del feminismo comunitario que primero se desarrolló con mujeres
indígenas en Guatemala y en Bolivia, y otros países lo están adoptando, su
lema: “Feminismo
comunitario: La defensa conjunta del territorio tierra y del territorio cuerpo”,
a raíz de las luchas contra las trasnacionales mineras. Este movimiento plantea
varios cambios que nos pueden ayudar: Un cambio a nivel del terreno geográfico
(el territorio físico) y el territorio cuerpo. Otra escala social no es el
individuo o individua, sino la comunidad, que son comunidades recreadas, que no
siempre son comunidades tan simpáticas, a nivel de espiritualidades recreadas
no inmóviles, es una propuesta para todo el mundo, no solo para las mujeres
indígenas, esto permite enfrentar a las trasnacionales mineras, embates de las
guardias, ejércitos, órganos de seguridad, toques de queda, estado de sitios
etc. La propuesta es una “Renovación del proyecto feminista, comunitaria,
ambientalista, indígenas y antirracismo”.
El
hilo conductor es que la violencia no es un impulso de “los más fuertes contra las más débiles”, sino que es un conjunto
de técnicas fríamente enseñadas y aplicadas para obtener diversos resultados,
desde la obediencia individual y colectiva hasta los beneficios económicos,
pasando por la legitimación del orden social dominante. Mientras exista el capitalismo, la violencia
machista seguirá coartando vidas y (Jules) manifiesta su curiosidad
por el movimiento “Ni Una Menos”; alerta sobre las formas liberales del feminismo
que en Europa se utilizan para cerrar la puerta a las poblaciones migrantes.
“Es una lucha simultánea contra el patriarcado, contra los
sistemas racistas, contra las lógicas capitalistas neoliberales”.
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